"Las pruebas estandarizadas en Chile tienden a crear competencias entre los colegios y a preocuparse únicamente por los resultados de éstas."
La educación hoy en día está marcada y centrada en los resultados obtenidos en diversas pruebas de calidad, tanto dentro del país, como fuera de éste. Todos los años en Chile, particularmente, se realizan pruebas estandarizadas en todos los colegios del país para ver su rendimiento en comparación con los contenidos que se deberían manejar en esa etapa del año específicamente, y los resultados del año anterior. Si bien, es necesario saber en qué nivel se encuentran los colegios en relación a los contenidos, para implementar reformas o centrarse en los puntos débiles. El propósito de la creación de estas pruebas en Chile era que “los establecimientos, para no perder financiamiento, movilizarían acciones de promoción de calidad” (http://rinace.net/riee/numeros/vol1-num1/art5.pdf: RIVERO, ROSARIO). Pero lo que sucede hoy en día es que, si bien los colegios se esfuerzan para tener una mejor educación y mejores resultados en las pruebas, muchas veces se ven obsesionados, y pasan el año completo preparando a los niños para que obtengan buenos resultados; creando en los niños y docentes una gran presión por dejar bien a su colegio. |
Si bien este sistema podría ser de gran ayuda para los padres que optan por colegios, es muy importante tener en cuenta el contexto en el cual se desarrolla el colegio, y la forma de vida y condiciones en que se encuentran los niños; ya que no es lo mismo evaluar a un niño que su única preocupación es estudiar, en comparación con aquel que tiene que trabajar después del colegio para mantener a su familia, o aquel que se encuentra inserto en un ambiente de drogas que no lo ayuda a su desarrollo como estudiante. Aunque en un principio, el SIMCE trató de cubrir las actitudes hacia el ambiente de los niños, hoy en día no se tiene en cuenta. Otra medida en cuanto a las evaluaciones tomada recientemente en el ministerio de educación, fueron los llamados “semáforos SIMCE”, los cuales constan de un mapa de la cuidad donde se encuentran todos los establecimientos educacionales son tres colores dependiendo de sus resultados en la prueba; rojo si está bajo la media, amarillo si está en la media, y verde si se encuentra sobre la media nacional. Pero este sistema no solo muestra los diferentes resultados de los establecimientos, sino que, como dice José Joaquín Brunner, en (http://mt.educarchile.cl/MT/jjbrunner/archives/2011/03/las_desigualdad.html), deja en evidencia la diferencia social existente en Chile, y lo que realmente significa el dinero para optar por una buena educación en Chile.
Este problema se puede relacionar con la corriente filosófica del racionalismo, la cual postula que la realidad se conoce dese el conocimiento, sin tener en cuenta la experiencia. El centrarse en pruebas y mediciones deja claro que lo que realmente le importa a la sociedad en que vivimos y a los establecimientos en lo que nos educamos, es que internalicemos conocimientos, que aprendamos lo que ellos quieren que aprendamos, y que veamos lo teórico de los contenidos; dejando de lado el “saber hacer”, lo práctico, lo cual muchas veces nos ayuda a entender mejor y a hacer nuestros los conocimientos, que los transformemos en conceptos creados por nosotros mismos. Al igual que en el racionalismo, en los establecimientos educacionales se enseña a partir del método utilizado en éste: se parte de lo más simple a lo más complejo, para que los alumnos entiendan de manera más fácil; se dividen los conocimientos en unidades que se van enseñando a lo largo del año; y no se da nada como verdadero si no se tiene certeza, no le van a enseñar algo a un niño que no se tenga certeza que esta correcto o que sea verídico.
Si bien las pruebas estandarizadas son necesarias para la creación de nuevas políticas y mejoras en la educación, ¿Cómo se puede lograr una prueba arroje resultados que sean aplicables a mejoras, pero que al mismo tiempo no cree nerviosismo ni división social en nuestra población?
Un niño hereda de su familia conjuntos de significados, atributos de estilo, modos de pensar y tipos de inclinación que reciben un status y un valor social determinado de acuerdo con lo que la clase o clases dominantes califican como el más valioso capital cultural. Las escuelas juegan un papel especialmente importante en la legitimación y reproducción del capital cultural dominante. Tienden a legitimar ciertas formas de conocimiento, modos de hablar y modos de relacionarse con el mundo que aprovechan el tipo de familiaridad y de destrezas que sólo ciertos estudiantes han recibido de sus antecedentes familiares y de sus relaciones de clase.
ResponderEliminarEso es lo que mide ampliamente el SIMCE